Los recientes acontecimientos sobre la condena del delantero Santi Mina y el tratamiento que han hecho de la noticia algunos medios guardan una relación más directa de lo que parece con una miniserie de estreno reciente en Netflix : « Anatomía de un escándalo ».
El argumento de esta serie, basada en una novela de Sara Vaughan, gira en torno a una acusación de violación a un ministro británico.
Los temas principales son, por orden de aparición : el escándalo político y la fisura familiar, la interpretación del consentimiento implícito en una relación sexual, y el comportamiento libertino e intocable de la élite masculina. Sin embargo, es en los entresijos de estos grandes temas donde podemos encontrar un material para reflexionar realmente interesante, como por ejemplo en lo que concierne a la importancia de la educación, por un lado, y el lugar del varón en la sociedad, por otro.
Un poco de ‘spoiler’ es necesario para analizar el punto de vista que nos lleva al suceso de actualidad citado al principio. Pues bien, el escándalo político es lo más previsible y manido de la trama, así como la crisis de confianza en la pareja. Lo que parece tener una influencia relevante en los acontecimientos es el papel de las mujeres, las madres, en la educación de los varones, decisiva en el desarrollo de ciertos comportamientos, y es lo que al final hace posicionarse de manera definitiva a la esposa del protagonista.
El segundo punto es el lugar que el hombre cree merecer en una sociedad mixta. Algo que se revela a través de la disección de la culpabilidad y de la interpretación del consentimiento.
En « Anatomía de un escándalo » la agresión parece seguir un patrón que tiene como origen el estrés y la frustración individual. El protagonista parece buscar desquitarse ante una pérdida momentánea de control sobre su vida, sometiendo a la mujer a través del acto sexual. El consentimiento inicial implícito se desvirtúa en el momento en que la mujer percibe una brutalidad individualista y ancestral, centrada en la recuperación del poder. El egoísmo transforma al hombre en violador. Su propia visión del mundo expresa una voluntad unilateral, y la mujer se convierte en una mera herramienta que no puede entorpecer la consecución de una decisión gestada en la percepción de una superioridad resolutiva animal.
Alguien capaz de ser un hombre encantador con su mujer y sus hijos es perfectamente compatible con este comportamiento paralelo. También es muy interesante destacar el papel del personaje en el Club de los Libertinos durante su juventud en Oxford, donde se encadenan hechos de forma completamente esquizofrénica. Por poner un ejemplo, el protagonista es capaz de interesarse amablemente por una atemorizada camarera a la que un compañero acaba de tocar burdamente los pechos durante una noche salvaje, para dar paso a hechos brutales unos minutos después. Es la balanza con, a un lado, la educación social de la cortesía, y, al otro, la permisividad moral asimilada como parte integrante de la condición masculina de la élite, custodiada aquí por esta hermandad universitaria. El pacto « entre caballeros » que tiene lugar entonces entre el protagonista y el que será después primer ministro trasciende el club juvenil para hablarnos de una solidaridad masculina mucho más universal : la empatía del clan que debe preservar su supremacia por encima de la justicia.
Es en esta « filosofía » donde podrían integrarse titulares como « La noche que arruinó la carrera de Santi Mina », sobre todo cuando la noticia era en realidad su condena por abuso sexual. Cuando el crimen -porque ya hay sentencia- es presentado como escándalo, y las consecuencias se identifican con el fin de la carrera profesional de un hombre, se está interpretando la realidad en base a la concepción de los hechos descrita más arriba.
Expresado de la manera en que lo han hecho algunos medios, la víctima desaparece del paisaje como mera piedra en el camino. El abuso sexual por el que ha sido condenado el futbolista toma visos de maldición, casi como si fuera fruto del destino, o de la historia de una noche. Como un marrón que podría haber vivido cualquiera.
Cualquiera de la cantera del Club de los Libertinos, claro está.
Covadonga Suárez
La mujer se convierte en un mera herramienta, que no puede entorpecer la consecución de una decisión gestada en la percepción de una superioridad resolutiva animal. Share on X